LA IMPORTANCIA DE NO HACER NADA

de Oscar Wilde

• Dos cuadernillos y medio (Cinco medios cuadernillos de 16 páginas cada uno) = nº de páginas 80
• ISBN978-84-924-0338-7
• PVP con IVA: 9,80 €
• Editorial Rey Lear. Colección  Breviarios del Rey Lear (descatalogado, ahora en Editorial Reino de Cordelia)
• Traducción: Lorenzo F. Díaz

Oscar Wilde, en el año 1890, reivindicó la modernidad y vigencia de los clásicos griegos. ¿Cómo lo describió?. Pues a la manera de Platón y sus Diálogos.

El autor inglés de este breve e interesante ensayo, lo presenta como una escena de teatro desarrollada con dos contertulios: Gilbert y Ernest. Ambos conversan acerca de la necesidad de la crítica como acicate para espolear la vanguardia del arte. También hablan sobre la dificultad de emitir la crítica, frente a la creación literaria, haciendo hincapié en que es más complicado analizar y buscar pautas de una obra escrita, que escribirla en sí.

Oscar Wide, parapetado en los dos contertulios, alaba toda la cultura proveniente de la Escuela Griega, con Aristóteles y Platón a la cabeza, junto a numerosos pensadores griegos contemporáneos a aquéllos. Y otros posteriores agregados del Imperio Romano. Menciona además a escritores universales de otros períodos como son Balzac, Byron, Milton, Goethe, Flaubert, Shakespeare. Y otros escritores desconocidos, prácticamente, fuera de Gran Bretaña: Lewis Morris, Ohnet y Arthur Jones.

El motivo final del libro puede ser el de reivindicar el pensamiento y filosofía antiguos, como una manera tan buena de expresar el arte o la belleza de la partitura musical, el cuadro y los poemas o relatos sobre los que opinan los críticos.

Y por supuesto el libro le sirve a Oscar Wilde para escribir varias citas acertadas; c

on el valor añadido de un maestro de la ironía y la perspicacia. Un ejemplo son éstas sobre las memorias y la mediocridad

ERNEST: … me desagradan los libros modernos de memorias. Suelen estar escritos por personas que o bien han perdido por completo la memoria, o bien no han hecho nada digno de ser recordado; lo cual, claro está, es la única razón de su éxito, pues el público inglés suele sentirse a gusto cuando le habla un mediocre.

GILBERT: Sí, es un público increíblemente tolerante. Lo perdona todo, menos el talento.

Siguiendo con las biografías,

GILBERT: … Hoy día todos los grandes hombres tiene discípulos, y siempre es Judas quien escribe la biografía.

Sobre el capricho,

GILBERT: Resulta difícil no ser injusto con lo  que se ama…

Y qué añadir sobre la Literatura y el periodismo:

ERNEST: Pero, ¿qué diferencia hay entre literatura y periodismo?

GILBERT: ¡Oh!. El periodismo es ilegible y la literatura no se lee.

Un ensayo breve y recomendable., aunque sea para buscar y anotar más frases como las citadas, que se encuentran a lo largo todo el texto.